Esta ahora afamada reserva, ubicada cerca de Mindo es considerada un sitio de visita obligada y punto culminante de la Ruta del Noroeste.

Aquí, los hermanos Rodrigo y Ángel Paz cambiaron sus actividades- de la agricultura a la observación de aves y conservación. Son pioneros en los Neotrópicos en la alimentación manual de varias especies elusivas como el Corcovado dorsioscuro; y las Gralarias bigotuda, gigante, ventriamarillenta, coronicastaña, y pechiocrácea; han tenido un éxito sorprendente en el perfeccionamiento de esta técnica. Las aves responden con relativa facilidad a su voz y se acercan a senderos y zonas abiertas, brindando una gran oportunidad para admirar y fotografiar estas especies típicamente evasivas.

Dentro de la reserva existe también un lek activo del Gallo de la peña. La especie exhibe un marcado dimorfismo sexual, el macho posee una llamativa cresta en forma de disco y un plumaje escarlata muy singular. Grupos de machos compiten por las hembras reproductoras; cada macho ostenta su colorido plumaje, se balancea y salta, tratando de ganar su atención con vocalizaciones estridentes.

Los comederos de colibríes dentro de la reserva atraen muchas especies como el hermoso Colibrí siete colores, Brillante emperatriz, y Colibrí pardo. Otras especies únicas del Chocó que se pueden encontrar en el área incluyen el Tapaculo de Nariño, el Frutero pechinaranja y la Tangara montana barbinegra. También es un buen sitio para aves como Piha olivacea, Quetzal de cabeza dorada, Saltarín alidorado y el Tucanete lomirrojo.

Una salida de Quito a las 4:15 am es el comienzo de esta aventura única. Para tener una experiencia exitosa con el lek del Gallito de la Peña y las Antpittas, es necesario llegar a la Reserva al amanecer o un poco antes.

Después de un delicioso brunch, continuaremos hacia la Reserva Alambi, donde admirarán de cerca nuevas especies de colibríes y disfrutarán de la singular diversidad del bosque nublado.